sexta-feira, maio 05, 2006

Ampolleta

Los días pueden seguir naciendo,
las noches los siguen en muerte.
La muerte de las horas llenas,
siguen el compás del tiempo,
cortado en rebanadas,
por el reloj atento
a los segundos,
a los minutos
a las horas
a los días
y
así siguen
los hombres,
atentos al reloj,
que le separa en dos,
en tres, o en muchos más,
para nacer en cada aurora,
para morirse en fin a cada instante,
grano por grano con la arena que cae
lentamente llenando el tiempo que se agrieta.


Isiara Mieres Caruso
26/11/2004

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